POESÍA

Elogio grande para mí misma

Elogio grande para mí misma

Yo soy la fugitiva

soy la que abrió las puertas

de la casa-vivienda y “cogió el monte”.

No hay trampas en las que caiga

Tiro piedras, rompo cabezas.

Oigo quejidos y maldiciones.

Río furiosamente

Y en las noches

bebo el agua de los curujeyes,

porque en ellos

puso la luna, para mí sola,

toda la gloria de su luz.

Herrera, Georgina, en Gatos y liebres. El libro de las conciliaciones, Ediciones UNION, 2009, pp.38-39.

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