EL DÍA INTERNACIONAL DE LA LUCHA CONTRA EL RACISMO: 21 DE MARZO.
Por: Tomás Fernández Robaina
Desde hace años se celebra todos los 21 de marzo El Día Internacional de la lucha contra el racismo, como un modo de conmemorar esa fecha del año 1960, cuando manifestantes pacíficos contra el apartheid, fueron masacrados en Shaperville, República de Sudáfrica. Por tal hecho, la Organización las Naciones Unidas comenzó a conmemorar tal incidente desde marzo de 1967 hasta la fecha con la finalidad de impulsar y concienciar a las diferentes sociedades de la necesidad de incrementar, expandir y profundizar la batalla contra el racismo, la discriminación y los prejuicios raciales donde quiera que estos se manifiesten..
Nuestro país ha realizado históricamente acciones en esa dirección, y ha sido solidario con las luchas que han librado las poblaciones aborígenes, negras, amarillas, cobrizas, mestizas, y blancas, en aquellas sociedades donde esa batalla ha sido noticia, surgiendo de forma espontánea el apoyo de los que en cada uno de sus espacio específicos también demandaban el cese de la discriminación racial, de las leyes que la legitimaban, y que en la actualidad protestan y batallan contra las secuelas heredadas de las sociedades coloniales de la cuales todos nosotros procedemos, y de las contemporáneas, donde sin haber legislaciones racistas, se siguen discriminando a unos y otros por el color de la piel, género, religiosidad, clase social, u orientación sexual.
Por lo tanto creo que el Día Internacional de la Lucha contra la Discriminación Racial, debe ser una fecha en que se articule esa lucha específica con las otras, porque todas buscan y exigen el respeto al otro. Particularmente notable ha sido la solidaridad desplegada de manera oficial y también de manera popular pos los diferentes sectores de nuestra población hacia la lucha contra el racismo, y el sistema discriminatorio durante los períodos, ya históricos, en los cuales los negros estadounidenses y sudafricanos sufrieron un horrible sistema de segregación racial, y limitaciones sociales que motivaron el surgimiento de un fuerte movimiento de protestas individuales y colectivas, que llamó la atención de la prensa internacional no solo por fuerza de sus manifestaciones reivindicadoras, sino por las sangrientas represiones de los racistas en los Estados Unidos, y en la República Sudafricana.
No son pocos los que consideran que ya el racismo, la discriminación y el prejuicio raciales han sido neutralizados, disminuido, e inclusive eliminados, en cierta medida, en algunas de nuestras sociedades americanas y caribeñas. Sin embargo, la realidad demuestra lo contrario. El número de movimientos sociales de los negros dentro de un mismo país han proliferado de manera notable, como en Brasil, y cada días son más los que emergen, en todo el continente, teniendo un común denominador: demandas de atención especial, en particular, la demanda de la conveniencia de las afro reparaciones, por el estado de invisibilidad y desatención en el cual ha estado sumida la población negra en cada una de nuestras sociedades negriblancas, por las políticas oficiales de sus diferentes gobiernos.
Por eso siempre he aplaudido la celebración de El Día Internacional de la Lucha contra El racismo, como cualquier otra acción que se efectúe con el objetivo no solo de ganar espacios para debatir dichos problemas, sino para analizar los resultados de las políticas raciales que demuestren los avances logrados, y de esa forma retroalimentar y profundizar en la credibilidad y necesidad del movimiento social del negro para ayudar, y apoyar a las políticas oficiales y a las de las organizaciones sociales no gubernamentales en la consecución de sus objetivos.
Hagamos pues, del próximo 21 de marzo un día de análisis, de reflexión profunda en el que nos solidarizáremos con los que también, en muy diversas latitudes y trincheras, se enfrentan al mismo mal que nosotros; pero detengámonos, críticamente, para valorar lo que hacemos en nuestra realidad ante el mismo problema.
Nuestra sociedad actual no es ajena ni está distante históricamente de los problemas del prejuicio y de la discriminación, impuestos por las potencias coloniales a los países americanos, ya que nosotros procedemos también, como ellos, de las sociedades esclavistas que el capitalismo en su desarrollo introdujo en nuestro territorios, y que a fuerza de látigo, sangre y muerte, posibilitó el poder económico del cual goza hoy Europa.
Hagamos de esa fecha, no solo el día para estimular la lucha contra el racismo, sino que sea también el momento para efectuar el balance y valoración de los resultados obtenidos en esa dirección; y a su vez, que sea la ocasión para condenar históricamente el holocausto que significó la esclavitud africana, tanto como hacer pública, una vez más, la justa y conveniente demanda de las afro reparaciones
No debe pasarse por alto que ese espacio es el adecuado para resaltar el papel de la mujer negra y de la mujer india, ya que a partir de la violencia sexual ejercidas sobre ellas por los colonialistas, la población de nuestro continente aportó al mundo no solo físicamente a una nueva mujer y a un nuevo hombre, sino que también, portadores unas y otras de sus culturas ancestrales, las transmitieron y legaron a las nuevas generaciones de criollos, de las cuales formamos parte todos nosotros y que somos la consecuencia de ambas raíces, más visibles unas que otras, pero constituyendo un producto, aún no terminado en el largo proceso de la formación de nuestras identidades culturales y nacionales.
Al igual que ya existe el Día Internacional de la Lucha Contra el Racismo, debemos apreciar la conveniencia de que tengamos también El Día Nacional de la Lucha Contra el Racismo en Cuba, que bien podría ser la fecha de la fundación del Partido Independiente de Color, o la de la muerte de Aponte, o la del comienzo de la columna y página Ideales de una raza, desde el Diario de la Marina, como las tres principales, pero no descartando otras posibles.
Transformemos el 21 de marzo de una fecha conmemorativa, en un verdadero taller desde donde se valore y se vea que los cubanos de hoy, blancos, negros y mulatos, todos mezclados estamos firmemente identificados, optimistas y decididos a minimizar al máximo la secuelas del racismo, contra las que todos estamos en combate.
es muy malo tratar a las personas que segun no son de nuestro color el rasisimo es algo0 muy malo0 y cada peRzo0na debemo0z que actuar diferente peRa que e l mundo zea difeRente y pueda cambiar a mejo0R
ezo0 zii ezta muy biien a que actuar difeRente para aziii
poder cambiar al mundo
jjajajajaa
perfecto encontre justo loque nec esitaba muchas grasias ya son pocas la s paguinas de internet que tienen lo que se busca en rialidad 😀
Ya es hora de que piensen,que los negros no existimos somos personas comun y corriente existimos y tenemos el mejor corazon de el mundo
Ya es hora de que piensen,que los negros no existimos somos personas comun y corriente existimos y tenemos el mejor corazon de el mundo
ABAJO EL RACISMO
si abajo el racismo por que nosotros los negro no asemos nada solo somo personas como todas
😀 hola