por Carmen González Chacón
Que se avergüence el amo
NICOLÁS GUILLEN
Las guerras no terminaran mientras
se siga midiendo al hombre por
el color de su piel no por sus ojos
B. MARLEY
a Nelvys
Vamos a la guerra simaní
Parece haber retumbado en su sangre de nudos
y quinientos años de exilio
bajaron a colgar las siete marcas.
¡Negra sí! Como noche madre eterna de estrellas
o como carbón del fuego padre.
De mierdas
la lengua
que desconociendo la bendición de Oggún sobre los tuyos no se mordió.
Muchos habrá con la espalda presa en el látigo
¡Tú a la guerra!
Así manda el tambor de tus mayores.