Nada más que soy el otro
el simple
Caminando hacia el poniente con la vista fija en un par de zapatos
pensando en el pan
que debo repartir entre mis amigos huérfanos
Frente a la plaza
donde vuelan sus hambres las palomas
me asaltaron tres hombres vestidos de azul
Llevaban tapia y usura de crédito en los bolsillos
Las pude ver a través de las pausas entre palabras
¡Campana la Luisa se rompió!
Los hombres de azul pegaron su pausa al pan de mis huérfanos
¡Apretaron coño hasta hacerlo polvo!
Lo peor no fue el destrozo del pan
Acostumbrados a bebernos las lágrimas y sobrevivir
ninguno reparó en la ausencia
Peor fueron las pausas
Esas que te van mareando hasta hacerte romper
como basura de límite
¡Yo mando mi ganga a componer…!
Esas que no entiendes
porque tú eres el otro el simple
el que se sienta aguas adentro y fija la vista
en las palomas
¡Patito florido dime adiós!
¡Donde vive madre de agua!
El cántaro se rompe
¡Por mis huérfanos que se va a romper