ENSAYO
De cierta manera feminista de filmar
Por muchas razones, De cierta manera (1974) es una de los largometrajes más citados dentro del cine cubano: fue el primero hecho por Sara Gómez, marcando su tránsito del cine documental al cine de ficción (algo así como la mayoría de edad); fue el primero realizado en Cuba por una mujer luego de la fundación del ICAIC, Sara era la única directora de cine con que constaba tal institución en aquel entonces; porque fue el primero en tratar el tema de la marginalidad[1], pues luego de diversas medidas tomadas por el gobierno revolucionario, aun quedaban determinados comportamientos en la población cubana que requerían ser cuestionados.
Vale la pena recordar que la película fue producida durante época de radicalización de la política cultural cubana que conllevó a lo que hoy conocemos como Quinquenio Gris.
Co-escrita junto a Tomás González, quien también le asistiría en el guión de algunas otras obras, y asesorada en la parte documental por Alberto Pedro Díaz, De cierta manera es la obra de ficción que Sara Gómez dejó inconclusa. Según Gerardo Fulleda: “es un filme cuyo derrotero nadie ha ido mas allá, ni ha logrado una visión tan popular y desacralizadora y humana de una porción de nuestro contexto muy fundamental y poco escudriñado, sin prejuicios y con profundidad.”[2]
Por su parte Joel del Río reconocería la pertinencia del documental en De cierta manera, en este sentido diría:
Los problemas más complejos de la aplicación del socialismo en Cuba (la supervivencia del marginalismo, las religiones, el choque entre la nueva moral y los valores tradicionales, atávicos) precisaban a todas luces un enfoque documental, objetivo, personajes reales, testimonios veristas, intención y tono didácticos, voz en off, cámara en mano, naturalismo, contemporaneidad, todo ello vinculado a la estética documental, por ello es que su primer y único filme de ficción, De cierta manera (1973), es una puesta en escena plena de apropiaciones formales típicas del canon documental.[3]
José Antonio García Borrero, destacado crítico e investigador reconoce la alteridad del discurso de Sara Gómez:
Y en efecto, las películas de Sarita […] siguen siendo una excepción en el plano estilístico, pero también conceptual; yo diría que ha sido, […] la cineasta que más se esforzó en poner en crisis [sin pretender suprimirla] la dictadura del canon aristotélico dentro del cine nacional. De modo premeditado desoyó los preceptos más usuales e hizo de lo documental una ficción y viceversa; de allí que hasta De cierta manera (1976) (sic), considerada su debut en el terreno de la ficción, igual admita una lectura no fictiva.[4]
Ahora bien, dentro de la Teoría feminista de cine, De cierta manera ha sido reconocida como un filme que ejemplifica el anti-cine de la desconstrucción, que pone en entredicho los paradigmas del cine clásico, puesto que destruye los modos tradicionales de narrar, tanto temática como formalmente. [5]
El cine deconstructivo, al adoptar y descomponer formas y temas predominantes, funciona preferentemente como desafío al cine clásico. […] podemos considerar la deconstrucción como un paso importante – y quizás necesario- hacia formas de ruptura más radicales.[6]
Es además un filme que por su contenido, el diseño de los personajes, y la forma en que expresa los contenidos esenciales, puede ser catalogada como tal. Remarca Kuhn: “Por su preocupación por mostrar la relación entre lo personal, lo familiar y otras estructuras sociales, De cierta manera, puede ser considerada como una película que da prioridad a los temas feministas y a la perspectiva política […]”[7]
Por su parte, Michael Chanan en oposición a quienes consideran tal efecto deconstructivo de impertinente[8], lo vincula este carácter con la consistencia interna de la historia que se enmarca en el proceso revolucionario cubano que también tiene sus particularidades; llegando a plantear que: “el filme, de hecho, es enormemente agradable, y se desliza con suavidad (…) derrochando ligereza y buen humor, aunque es agitador. Pero contrario de lo que pudiera pensarse, la agitación que ofrece es agradable.”
No obstante, a la intelectualidad cubana le ha costado percatarse del profundo sentido feminista que tiene la obra cinematográfica de Sara Gómez, en particular De cierta manera. Deseamos mostrar entonces varias citas que evidencian lo anterior. En ¿Quien eres tu Sara Gómez?, artículo del dramaturgo Gerardo Fulleda León, que apareciera en Cine Cubano No. 127, él declararía: “debemos dejar claro algo más, ella no era una feminista a ultranza”[9]. Por su parte, José A. Lezcano en la misma revista plantearía: “Se colocó detrás -o por encima- de los males del machismo, como uno más entre los tumores sociales, pero sin dejarse arrastrar por la tentación de un cine simple [o toscamente] “feminista”.[10] Por su parte, Isabel Azucena Plasencia en un artículo publicado en la revista Bohemia al cumplirse 15 años de la muerte de Sara diría: “Asumía con desenfado libre de prejuicios feministas los problemas referentes a la igualdad de las mujeres.”[11] Para concluir, Rigoberto López, quien la asistiría en el largometraje, expresó durante una entrevista: “Que significativo es que la primera operación de envergadura del cine cubano contra el machismo como institución tradicional de la sociedad lo haya hecho una mujer. Se lo planteó no superficialmente, no feminísticamente, sino en su entorno social.” [12]
[1] Véase Sara Vega e Ivo Sarría: «El otro que somos nosotros». En Coordenadas del cine cubano 1, Editorial Oriente, Santiago de Cuba. 2001, p. 141. Además es conveniente leer la anécdota que cuenta Tomás González sobre como Sara Gómez seleccionó la marginalidad como tema para narrar, para ello consulte Tomás González: «Memorias de una cierta Sara». En Cine Cubano, No. 27, 1989, p. 12-15.
[2] Gerardo Fulleda León: «Una reina desoída». En Cine Cubano, No. 27, 1989, p. 26.
[3] Joel del Río: «Coloquio y (de cierta manera) exégesis e inventario». En http://www.jiribilla.co.cu dossier 339, bajado 6 de noviembre 2007.
[4] José Antonio García Borrero: Ob. cit.
[5] Annette Kuhn: Ob. cit., p. 174.
[6] Ibídem, p. 180.
[7]Annette Kuhn: Ob. cit., p. 175.
[8] Véase Michael Chanan: Cuban Image. BFI Publishing, London, Indiana University Press, Bloomington, Indiana, 1985. La traducción, «Otra mirada» realizada por Ana Busquet aparece en Cine Cubano, No 127, 1989
[9] Gerardo Fulleda León: « ¿Quien eres tu Sara Gómez? » en Coordenadas de Cine Cubano 1, Editorial Oriente, 2001, p. 241. Las negritas son mías.
[10] José Alberto Lezcano: «De cierta manera con Sara Gómez» en Cine Cubano No. 127, p. 7. Las negritas son mías.
[11] Isabel Azucena Plasencia Hernández: «Sara Gómez, homenaje. Del cine parcial» en Bohemia, 28 de julio, 1989, p. 5. Las negritas son mías.
[12] María Mestas: «Sara Gómez no se lo propuso pero dejo una huella» en Romances, diciembre 1977, p. 87. Las negritas son mías.
-PARA EL ENSAYO COMPLETO- ENSAYO SANDRA ÁLVAREZ